¿Los genios del cine nacen o se hacen? ¿De dónde
surge la idea para realizar una obra maestra? ¿Cómo
se puede estimular la creatividad de un niño para
que desarrolle todo su potencial? ¿Qué hubiera
sido de Hitchcock, o de Kubrick, o de Spielberg, o
de Scorsese, o de Clint Eastwood, o de Tarantino,
de haber nacido en otro tiempo y en otro lugar?
¿Qué habrían plasmado en sus filmes? Estas y otras
preguntas son contestadas en este trabajo, que
nos sumerge en la esencia última de los grandes directores del siglo XX. Buceando en su infancia, su
adolescencia, su contexto y sus recuerdos, podremos entender cuáles fueron las claves para el ulterior desarrollo de grandes obras maestrasdel cine
como ‘Annie Hall’, ‘Terminator’, ‘Lolita’, ‘La Naranja
Mecánica’, ‘Vértigo’, ‘Psicosis’, ‘Malas Calles’, ‘Uno de los Nuestros’, ‘Encuentros en la Tercera Fase’,
‘E.T.’, ‘Bird’ o ‘Pulp Fiction’, entre muchas otras.
Porque tanto para ellos como para nosotros, la verdad terrible es que la infancia es el terreno en el que jugamos toda la vida. Y entender la suya es entender las míticas películas norteamericanas del siglo XX, su influencia en las del siglo XXI y, quizá, entender que de la mente de los que un día fueron etiquetados como niños raros, surgió toda una imaginería que ha troquelado el inconsciente colectivo de varias generaciones. De manera que en esta rara avis de la literatura, en un cruce de caminos entre el ensayo sobre educación, la biografía y el análisis cinematográfico, se intenta dar una explicación, apoyada en las más recientes investigaciones sobre el tema, a la raíz última de la pulsión vital y artística de los grandes creadores del siglo XX, que no es otra que la
adquirida en la etapa más importante de la vida de cualquier ser humano, su infancia, y la importancia ia capital que tuvo en las películas de su vida