Topo está preocupado, no para de dar vueltas a algo: ¿por qué no tengo amigos?
Distraído, la nieve se va amontonando en su cabeza, lo que le lleva a recordar las sabias palabras de su abuela:
«Corazón, cuando estés preocupado, di en alto lo que te pasa y echa a rodar una bola de nieve. Así desaparecerán todas tus penas».
Entonces, Topo comienza a rodar una bola de nieve que irá haciéndose cada vez más y más grande, lo que traerá consecuencias inesperadas...