Gustavo Pittaluga, uno de los hematólogos de mayor prestigio internacional de su tiempo, desarrolló desde su exilio en Cuba tras la guerra civil española una intensa tarea médica y humanista hasta su fallecimiento en 1956 que se plasmó de diversos modos. Como humanista e intelectual comprometido que fue, el libro recoge una selección de su impronta en la isla: su presencia editorial y actividad en prensa, diversa y profunda, así como cursos, fragmentos editoriales, textos de reivindicación feminista y recuerdos nunca antes publicados en España. Por sus páginas vemos desfilar a numerosas personalidades que trató en primera línea, como Ortega y Gasset, Mussolini o María Zambrano. La suya es una mirada amplia y a la vez profunda que le permitió ser testigo privilegiado de una época extraordinariamente convulsa. «Por sus méritos científicos e intelectuales y por sus aportes inestimables a la sociedad cubana, en su sentido general, Gustavo Pittaluga fue el más sobresaliente exiliado republicano español que fijó de forma definitiva su residencia en Cuba». Jorge Domingo Cuadriello Se publican por primera vez los te