"Es habitual que en los medios de comunicación nos encontremos con noticias grandilocuentes sobre un grupo de científicos que ha descubierto el gen de la adicción, o el gen que predice el día en que moriremos, o el gen de la ansiedad. El problema de estos titulares es que no son ciertos". María José Más La genética tiene muy mala prensa. Malísima, de hecho. Cuando a un ciudadano normal le preguntamos qué piensa sobre este asunto, fácilmente acudirán a su mente experimentos de mad doctor al estilo La isla del doctor Moreau, o aberraciones biológicas que no deberían escapar de las páginas de los bestiarios y las pesadillas de los niños, o el pecado sumarísimo de jugar a ser dioses; y sin embargo rige nuestras vidas, quienes somos y quienes podemos llegar a ser, Este libro saca a la luz sus aspectos menos conocidos, asentando los ya conocidos con ejemplos sorprendentes; orbitando alrededor de un eje central: que hay innumerables criaturas extrañadas por mor de la genética, sobre todo humanas, como si los bestiarios o los cómics de superhéroes solo fueran un pálido reflejo de la febril creatividad del ADN