En las crisis emerge el sentimiento de pequeñez porque nos damos cuenta de que el mundo y el futuro están más allá de los límites de nuestra voluntad. Pero, para Francesc Torralba, esto puede ser también una ocasión para descubrir una cualidad profundamente humana que trasciende culturas, tradiciones espirituales y períodos históricos: la humildad.
«Es ese estado de agradecimiento cotidiano frente a las maravillas del mundo que nos habilita para hospedar cada día como un nuevo comienzo, como una nueva oportunidad».