TÓJAR-HURTADO, JUAN CARLOS / VELASCO-MARTÍNEZ, LETICIA C.
Divulgar la ciencia es crucial por motivos que comprenden desde el progreso social y económico, hasta la educación y la participación democrática. La divulgación científica permite que el conocimiento generado en ámbitos académicos y científicos llegue a audiencias más amplias. Porque con ello, además, se facilita la mejora de la comprensión de conceptos complejos y se promueve una ciudadanía más informada y científicamente educada. Cuando la ciudadanía, y también la Administración, están más (in)formadas sobre los avances científicos, las decisiones que tienen que tomar están mejor fundamentadas, y este hecho es clave para la transparencia, la participación social y la democracia. La divulgación científica, asimismo, posee un gran valor educativo: puede despertar interés y curiosidad en jóvenes, promoviendo la motivación por la ciencia, la tecnología y el conocimiento, inspirando así a las nuevas generaciones. Divulgar la ciencia facilita igualmente la transferencia a la sociedad. Compartir de manera accesible resultados científicos puede impulsar ideas innovadoras y nuevos proyectos, tanto en el sector empresarial como en el ámbito social. La divulgación de procesos y resultados científicos favorece también la colaboración multidisciplinar y transdisciplinar. Divulgando entre miembros de la comunidad científica, sea cual sea la rama de conocimiento, se promueven conexiones entre disciplinas y el abordaje de los grandes retos ambientales y sociales, protegiendo los entornos de los que dependemos los seres humanos. Además, al divulgar se incentiva la participación más activa en el desarrollo social basado en la ciencia, e incluso se promueve la colaboración de colectivos sociales en acciones científicas en el marco de la denominada «ciencia ciudadana». Con la publicación de este libro se cumple con sus propósitos de divulgar la investigación científica, promoviendo la transferencia de conocimiento a la sociedad, (cont.)