La escritura, tanto crítica como teórica, ha sido parte integrante de la obra de Jeff Wall, como apoyo del corpus de cuadros fotográficos que inauguró en 1978. Su primer texto data de 1981, y a este le siguieron muchos otros. En la escena periférica de Vancouver (Columbia Británica), Wall al principio trató de combinar un enfoque más bien literario del llamado arte “conceptual” con una práctica del guion cinematográfico. Tanto en su obra fotográfica como en sus textos, este modo de hacer convive con una reflexión constante y abierta sobre la historia de la tradición “pictórica” y la del pensamiento crítico.