Alejado de los cánones realistas, este libro concibe la literatura como fantasía y esta última, a su vez, como una expresión final de humanidad elaborada desde la desesperación. En alas de la fantasía, la desesperación emerge entonces llena de ansias utópicas. A través de una mezcla de realidad y sueño, poesía y prosa, literatura y vida cotidiana, Los niños suicidas cuenta la historia de cuatro personajes indefensos que intentan sobrevivir en un mundo que se descompone a pasos agigantados, sacudido por guerras y éxodos, terremotos, incendios e inundaciones. En Otras catástrofes el desastre se manifiesta en la locura que penetra en la interioridad del narrador y lo lleva a dudar de su propia existencia. A caballo entre la autoficción y la literatura fantástica, los cuentos son la expresión mítica, trágica, a veces cómica, de las tensiones con las que, en un mundo que se disuelve, construimos y destruimos la vida familiar. La literatura de Villacañas ofrece un retrato tragicómico de nuestro presente, y rinde homenaje a los verdaderos supervivientes de todas las épocas: la mirada infantil y el amor por l