1557, en la Florencia de los Médici se ha cometido un crimen. El pintor Pontormo ha sido asesinado al pie de los frescos en los que estaba trabajando y en el que aparece desnuda la hija de Cosme de Médici. Por si éste no tenía suficientes problemas con la reina de Francia y con el Papa, ahora deberá encargar al gran Vasari, su hombre de confianza, que resuelva el caso.