UNA OBRA CAPITAL PARA ENTENDER CÓMO UN IMPERIO PAGANO SE CONVIRTIÓ EN UNO CRISTIANO Entre los siglos IV y V d. C. el Imperio romano, en franca decadencia, experimentó una serie de cambios profundos. Y quizá el más importante de todos ellos fue la creciente influencia de la fe cristiana en las esferas de poder. Tradicionalmente los filósofos habían sido quienes a asesoraban a los gobernantes de Roma, pero poco a poco los obispos y otros creyentes cristianos fueron quienes ofrecieron un nuevo marco de pensamiento antiguo en el que los vínculos entre ciudadanos fueron sustituidos por una religión común que establecía una lealtad a un autócrata distante. Peter Brown, la mayor autoridad en la civilización mediterránea de la Antigüedad tardía, analiza en esta obra cómo la enseñanza cristiana proporcionó un modelo para un imperio más jerárquico: los antiguos ideales de democracia dieron paso a la imagen de un gobernante glorioso que mostraba misericordia a sus súbditos. El resultado es uno de los ensayos más brillantes sobre esta época tan turbulenta como fascinante. «Peter Brown combina una prosa ingeniosa e irónica con las dotes de un historiador de primera clase que posee un conocimiento exhaustivo de las fuentes de la Antigüedad tardía». The New York Times Book Review «Hay pocas áreas de la erudición humana tan sobrecogedoras como el estudio de la Antigüedad tardía, ese periodo en el que el cristianismo conquistó gradualmente la mente y el corazón del Imperio romano en decadencia. Peter Brown es un maestro ampliamente reconocido de este momento crucial de la historia». The Washington Post