El Mariscal de Campo regresa a Adro para encontrar que, por primera vez en la historia, la capital está dominada por un invasor extranjero. Su hijo está desaparecido y Tamas debe reunir las fuerzas para vencer a Kez.
El ejército está dividido. Las fuerzas de Kez no les dan tregua y la cúpula superior de Adro se ha vuelto contra sí misma. Alguien está vendiendo sus secretos. El inspector Adamat busca al traidor, pero a medida que desentraña la conspiración descubrirá una verdad aterradora.
Mientras Taniel Dos-Disparos, el Mago de la Pólvora que le disparó a un dios, está huyendo. Lo persiguen hombres que consideraba sus amigos. Deberá salvaguardar el único medio que hay para defender la nación de Kez.