Una tranquila urbanización de una pequeña población fronteriza organiza una celebración para los jóvenes que tendrá lugar en el pabellón municipal situado a la salida de la localidad, cerca de una zona boscosa por donde transitan personas extranjeras de manera irregular. Una mañana aparecen varias pintadas con un mensaje amenazador: «Volveremos para violar a vuestras mujeres». Una espiral de miedo, suposiciones y violencia se apoderará de esta población y trastornará la vida rutinaria de sus habitantes, perturbando gravemente sus normas de convivencia.