Esta novela histórica se compone de dos partes. La primera, titulada "La invención", trata de la posibilidad de que la religión cristiana ("una vieja fe") fuera prácticamente inventada por el emperador Constantino en el siglo IV. A los pocos datos que se tenían en esa época sobre una irrelevante creencia nacida en Palestina hacía mas de 300 años, los colaboradores del emperador añadieron un cuerpo doctrinal sólido basado en los evangelios que ellos mismos redactaron adaptándolos a las profecías del Antiguo Testamento. En la segunda parte, titulada "La herejía", se relatan los avatares del movimiento cátaro, llamado también Iglesia de Dios, por medio de la vida de Ghilhèm Bélibasta, un bon home que fue el último "perfecto" cátaro quemado vivo por la inquisición.