En La almazara de Catón, Rafael Fontán nos propone un recorrido por los textos griegos y latinos que hablan sobre el cultivo del olivo y la fabricación del aceite: obras de Teofrastro, Virgilio, Plínio el Viejo, Catón, Columela y Paladio, ejemplos de literatura sobre esta cultura ancestral. Porque agricultura es cultura y el aceite, al igual que el trigo y el vino, forma parte de la llamada tríada mediterránea, los tres cultivos básicos de nuestro rincón del mundo. Con este libro, además de reconocer y realzar la importancia del origen de la agricultura de este árbol tenaz y generoso que señorea buena parte de nuestros campos desde tiempo inmemorial, queremos rendir, sobre todo, un homenaje a los campesinos y campesinas que, con su trabajo sabio, tozudo, esforzado y silencioso, hacen posible cada año el milagro del aceite que nos sustenta.