Los poemas de este Cántico espiritual de Blas de Otero sabían más de su autor, de lo que habría de ser el resto de su vida, que los sueños, los presagios o los ideales de aquel muchacho de Bilbao. Quizás ese es el sino del poeta. Como una profecía cuyo significado desvela el tiempo, una primera obra ùel Cántico espiritual de Blas de Otero es una primera obraù puede embrionar el resto de una vida. Y, como en casi todos los asuntos importantes, ser el poeta el último en enterarse; pues el poeta está dentro de esas palabras y, desde dentro, la magnitud de lo que se nos está echando encima ùguerra, desamor, desesperaciónù no suele ser avistada.