En Pasaporte sentimental Arturo San Agustín lleva al lector a las cuatro esquinas del mundo, en una suerte de colección de postales, recuerdos, sensaciones y momentos imperecederos donde lo vivido se confunde con lo leído, y lo leído con lo vivido. De una ciudad a otra, de un recuerdo a otro. Del silencio atronador de la noche africana a Torshaven, cuyo puerto rinde homenaje a Thor, dios del Trueno. O del sillón de Hemingway a la nota reverberante del erhu, instrumento de origen chino.