CUEVA MERINO, JULIO DE LA / LOUZAO, JOSEBA
1968 fue el año de la revolución global y de la protesta social. En medio mundo, especialmente en los países occidentales, la movilización inundó las calles para demandar cambios y oponerse al sistema establecido. El catolicismo también vivió su particular revuelta del 68. En el marco de la recepción del concilio Vaticano II y en pleno conflicto entre las distintas sensibilidades eclesiales, hubo sectores significativos del catolicismo europeo y latinoamericano que se integraron en la corriente contestataria que recorrió los años sesenta. Una parte del catolicismo español no desaprovechó la oleada revolucionaria para protestar y enfrentarse a la dictadura. Este libro colectivo se ocupa de esta dimensión olvidada por los estudios sobre la «revolución cultural» de los «largos años sesenta». Entre el compromiso y la radicalidad, la aportación de los cristianos progresistas acentuó las tensiones con el régimen y subrayó las incoherencias de una Iglesia que había sido un firme sostén del franquismo.