"Volver al cine" se pregunta por la función de las imágenes cinematográficas en el mundo contemporáneo. Después de haber sobrevivido al cierre de las salas, la aparición de las plataformas, la irrupción de las redes sociales y la llegada de todo tipo de nuevas fórmulas narrativas (universos expandidos, inteligencias artificiales…) el cine contemporáneo sigue siendo un campo especialmente privilegiado para reflexionar sobre el presente. Sin embargo, ¿cómo se puede pensar el cine de nuestros días? ¿Cómo dialogar con las demandas ideológicas, las acusaciones de nostalgia o de anonadamiento? ¿Cómo funcionan los nuevos públicos y qué relaciones tienen con las herencias del clasicismo o de los cines de la modernidad? ¿Se pueden reivindicar los largometrajes en un mundo que prioriza el consumo de imágenes breves? ¿Qué función cumple la sala de cine en un cosmos de pantallas que se actualizan en tiempo real? ¿Sigue siendo el cine un guardián de la memoria o, por el contrario, ha perdido la batalla contra los archivos interminables de las redes sociales?
Si una gran parte de la Teoría del Cine previa se había generado buscando lo esencial del séptimo arte frente a sus «padres» (el teatro, la literatura, la pintura…), quizá sea el momento de invertir el debate y preguntar qué queda del cine frente al indudable triunfo social de sus «hijos» (los videojuegos, las ficciones seriales…). Este retorno al cine, lejos de caer en una posición nostálgica, celebra el encuentro interseccional entre escuelas, posiciones y sensibilidades capaces de mantener viva la aventura cinéfila… y, sobre todo, la utilización del cine no como un arma para recuperar el pasado, sino como un aliado en la construcción del futuro. Así, de Mia Hansen-Løve a Tom Cruise, de Itsaso Arana a Greta Gerwig intentamos preguntarnos qué es hoy el cine y, sobre todo, por qué decidimos volver a él.