El artista más grande del mundo existe, se llama Esteban Krause y vive en España. Considerado por la crítica y los marchands un dios contemporáneo, temido por los gobernantes que ven en su figura la de un genio fuera de control, Krause lleva una vida de novela. ¿Quién va a animarse a contarla? Su amigo Juan del Valle, un escritor argentino que acaba de heredar una casa en el barrio más exclusivo de Buenos Aires e, inmovilizado por el dolor cervical, le habla a una máquina que absorbe su voz a cambio de no corregirle los errores. El artista más grande del mundo es una novela que habla. Sus asuntos son la totalidad y la nada, la consagración y la ruina; y, sobre todo, la vida y el arte, materias que se mezclan como una lucha de bestias sin que pueda saberse cuál es cuál.