Jorge Sánchez invirtió la mitad de su vida en explorar todos los países del planeta, incluyendo islas y territorios; su objetivo siempre fue adquirir lecciones de humanidades. Ya desde su tierna adolescencia, a Jorge le inquietaba comprender la razón de la existencia, por ello durante sus viajes se relacionó con sabios en monasterios de Japón y del Himalaya para aprender sobre el comportamiento humano. Sus lances viajeros le llevaron en numerosas ocasiones a experimentar situaciones de peligro extremo, que a punto estuvieron de costarle la vida, como le ocurrió al penetrar en lugares prohibidos, infestados de bandidos, en el archipiélago filipino de Joló; o cuando le acusaron de ser espía en Afganistán y le condenaron a 5 años de privación de libertad en una prisión de Kabul; o cuando fue bombardeado en Bagdad por aviones de guerra estadounidenses y británicos en la Irak de Saddam Hussein; o en Costa de Marfil, país donde enfermó de malaria y perdió el conocimiento durante varios días en un hospital de Abiyán. Al inicio de sus viajes, Jorge trasciende su condición de turista para convertirse en viajero, hasta que, finalmente, aprende a comportarse como un monje peregrinando por su templo: el planeta Tierra.
Para Jorge, cada continente es una asignatura; cada país, una lección; cada situación, un ejemplo; y cada persona, un ejercicio.
En resumen, esta es la biografía de una persona con gran determinación que jamás flaquea en la búsqueda de su objetivo vital, que no es otro que tratar de comprender el misterio de la existencia humana. Por ello ha realizado siete largas vueltas al mundo.