Es difícil concretar con palabras la práctica artística, más aún si se siente la pintura como una forma de pensar abstracta, ligada a la intuición o lo sensorial. Quizás sea eso lo que me tiene tan “enganchado” y lo que me hace preguntarme día a día sobre lo que hago y lo que me permite disfrutar de distintas maneras y a niveles diferentes. Mi trabajo reflexiona sobre la historia del arte, por extensión, la propia historia de la humanidad. Considero que, de esta forma, se pueden encontrar problemáticas actuales como meta-artísticas, sociales, políticas o incluso existencialistas o autobiográficas.