Democracia intrascendente no quiere decir democracia sin valor, sino democracia que no busca refugio en las verdades trascendentes establecidas por la filosofía, la teología o la ciencia experimental. En definitiva, democracia que entronca con una tradición de pensamiento que rechaza recurrir a cualquier instancia no humana para justificar una conducta o reclamar un veredicto.