La Fundamentación de la metafísica de las costumbres es una de las obras más importantes de la historia de la ética y ejemplo paradigmático del pensamiento ilustrado. En estas páginas Kant lleva a cabo el aislamiento crítico, la elucidación y la justificación del principio supremo de la moralidad. Mediante la fórmula general del imperativo categórico y sus variaciones se expone el fundamento de la moral universal y racional que está presente en nuestra manera ordinaria de enjuiciar y valorar las acciones humanas. Conceptos como buena voluntad, deber o autonomía definen el significado de la moral y, con ello, de lo propiamente humano, frente a otros candidatos como la felicidad o el escepticismo, ante los cuales Kant fue, y sigue siendo, un agudo y elegante polemista.