Los Creadores jamás esperaron que sus queridos dragones, al llegar su fin, ascendieran a los cielos. Tampoco que se enroscaran en forma de esfera allá donde la gravedad no podía alcanzarlos y llenaran el firmamento de tumbas... De lunas.
Y, desde luego, jamás esperaron que cayeran». Como asesina rebelde, el objetivo de Raeve es cumplir su misión y que jamás la atrapen.
Sin embargo, cuando un cazarrecompensas rival hace añicos su realidad, la joven se ve prisionera del Gremio de Nobles, una organización de elementales poderosos que pretenden dar ejemplo con ella. Solo la muerte podrá liberarla.
Devastado por una terrible pérdida, el jinete de dragón Kaan Vaegor decapitó a un rey y se puso su corona derretida.