La fascinación por las orquídeas viene de muy lejos. En la Inglaterra victoriana, llamaron "orquidelirio" a la locura por estas flores. Los ricos coleccionistas de la época enviaban expediciones armadas en busca de nuevos ejemplares. En esta hipnótica historia real sobre la obsesión y la belleza, el bucanero a la caza, el ladrón de orquídeas de nuestros días, es John Laroche, un sujeto al borde de la legalidad.