lA señora Irene Wagner, joven y elegante dama de la alta burguesía de Viena, tiene por amante a un pianista de poca alcurnia. En realidad, Irene está felizmente casada con un respetable abogado y es madre de unos niños de corta edad; el marido está inmerso en su trabajo, y ella vive rodeada de servidumbre y lujos, no tiene que ocuparse de sus hijos, y sus únicas obligaciones consisten en acudir a fiestas de sociedad y satisfacer sus caprichos. También el amante es otro capricho que encaja perfectamente entre las demás diversiones de su plácida y mullida existencia.
Un día, al salir de una cita clandestina, una desconocida aborda a la señora Wagner y le dice que sabe perfectamente quién es y de dónde viene: es una chantajista. Irene le da dinero para que no la delate. A partir de ahí, su vida se convierte en un infierno de desesperación y miedo. Zweig describe magistralmente el calvario psicológico que recorre la protagonista: la mortal angustia que la atenaza al saber que su bienestar y el de su familia dependen de la voluntad de su torturadora la empujarán a buscar una tremenda solución que la libere para siempre de la chantajista.
En los años del auge de las teorías de Sigmund Freud, también Zweig destacó como un maestro en la exploración de los más íntimos sentimientos humanos con sus relatos de indagación e intriga psicológicas. Miedo le reveló como un excelente conocedor del alma femenina, de ahí que las tribulaciones y padecimientos de la señora Irene Wagner sigan calando muy hondo también en la actualidad en infinidad de lectoras y lectores. La bellísima actriz sueca Ingrid Bergman dio vida a este personaje en la inolvidable película de Roberto Rossellini La paura (1954), cuyo argumento se basa libremente en este estremecedor relato, con lo que ayudó a aumentar todavía más la inmensa popularidad de esta historia. Miedo está a la altura de otras excelentes narraciones del genial Stefan Zweig, tales como Carta de una desconocida, Amok y Ardiente secreto (todas ellas publicadas en Hermida Editores).
Miedo es una de las novelas breves más aclamadas del gran escritor austriaco Stefan Zweig. Publicada por primera vez en 1913, por entregas, en el diario vienés Neue Freie Presse, cosechó un éxito inaudito entre el público lector de aquel último año crepuscular de la ya casi extinta Belle Époque.