En la República romana, el espacio de la memoria estaba reservado al éxito militar y político masculino. Las mujeres, encerradas en el ámbito doméstico y religioso, estaban excluidas de esa conmemoración. Sin embargo, cuando dirigían la mirada al pasado, podían ver una serie de personajes femeninos, únicos, que habían tenido experiencias vitales distintas a las suyas. Eran diferentes, aunque no por completo antagónicas. En parte simbolizaban lo que ellas eran, o más bien lo que de ellas se esperaba, y también lo que se temía. Para nosotros son todas mujeres legendarias, por excepcionales, pero también porque su historicidad no siempre puede ser corroborada. La memoria de esas primeras romanas es antigua y difícil de desentrañar. Este Cuaderno pretende esclarecer cómo y por qué fueron recordadas algunas de esas mujeres en época republicana: las sabinas, Tarpeya, Tanaquil y Lucrecia