Han pasado cuarenta y siete años desde que el señor Grönewald y Teresa viajaron a un campo de refugiados en Austria y adoptaron a Ervin. Los primeros años de vida de Ervin han sido siempre para él y para sus padres adoptivos un misterio y un tema prohibido. Pero el tiempo ha dado paso a una necesidad vital: entender las circunstancias del pasado.