Un bucólico cuento repleto de libros de hechizos robados, amistades inesperadas, azucaradas mermeladas y amores todavía más dulces.
A Kiela siempre le ha costado relacionarse con las personas. Por suerte, como bibliotecaria en la Gran Biblioteca de Alyssium, se ha pasado la última década recluida entre los libros de hechizos más preciados del imperio, preservando su magia para la élite de la ciudad.
Cuando estalla una revolución y la biblioteca se incendia, Kiela huye acompañada de su ayudante Caz, una planta mágica sintiente, y con todos los libros de hechizos que son capaces de cargar. Su destino es una isla remota que jamás pensó que volvería a ver: el hogar de su infancia.
Tras refugiarse en la casa de sus recuerdos, descubre que su vecino es un chismoso (muy atractivo) que no capta las indirectas y que se empecina en visitarla día tras día para asegurarse de que tenga comida y ayudarla a arreglar su nuevo hogar.