Creada en 1929, esta primera aventura de Tintín sorprende por una nueva y moderna legibilidad al ser coloreada en 2016, mucho después de la desaparición de Hergé. Ya dotado de una energía entusiasta, Tintín en esta aventura se sube a un potente coche descapotable y, para expresar velocidad, Hergé levanta el flequillo de la frente… para siempre, en un tupé que quedará como su rasgo físico característico.