En un día está todo el tiempo. En una granja está todo el mundo.
En lo más pequeño está todo el universo. Este humilde poemario parte de esa ambiciosa vocación: la reflejar la plenitud de la vida en su más rotunda sencillez. Para este propósito los autores recurren a una expresión radical, fresca e inocente como la mirada de un niño.
Por este libro desfilan, en el espejo de los animales, los tipos humanos, con sus grandezas y sus miserias, con sus temores y sus deseos, con una belleza intacta y germinal, casi ingenua, como ese día eterno que empieza cada mañana. Un libro de lectura e ilustraciones amenas, con esa profundidad que solo permite la expresión sencilla y sincera.