Este libro forma parte de una trilogía sobre la desigualdad, el trabajo y la democracia, en la que se intenta ofrecer una visión prospectiva y crítica acerca de los principales problemas de las sociedades tecnológicas avanzadas en los inicios del nuevo siglo.
En esta obra se analiza el impacto de la revolución tecnológica en la estructura social, con especial atención al desarrollo de las nuevas formas y manifestaciones de desigualdad, que prefiguran un sistema de estratificación caracterizado por su complejidad y por la tendencia hacia una creciente precarización laboral y polarización social.